viernes, 20 de abril de 2012


Accidentes de tránsito, un problema para los sistemas públicos de salud en crisis

Las consecuencias de los accidentes de tráfico en los sistemas de salud es cada vez mayor a nivel global. Esta tendencia es aún más preocupante si observamos las cifras de lo que viene sucediendo en los países en desarrollo. Indudablemente, la morbi-mortalidad por accidentes de tránsito  no es un tema aislado, sino un problema integral que demanda una reingeniería de enfoques y niveles de actuación amplios y transversales.

A pesar del enorme costo humano, social y económico, los esfuerzos de la prevención primaria y secundaria han tenido poco impacto para frenar las muertes y discapacidades originadas por este problema. Ciertamente, ha habido progresos en los países desarrollados pero no necesariamente ha ocurrido lo mismo en la mayoría de los países en desarrollo. Algo que ha llamado la atención, es la limitada y poca integración del sector salud en la prevención primaria de los accidentes de tráfico. A pesar de ello, la carga de morbi-mortalidad y del costo siempre ha recaído más en los sistemas de salud.

Se hace pues evidente que el problema demanda mayor información, mayor apoyo político y mejores estructuras y capacidades nacionales con un orden y liderazgo para el trabajo interinstitucional. Considerando que la seguridad vial es un tema multisectorial, los países con mucho tráfico vehicular han empleado un enfoque que implementa un sistema variado (ambiental, vehicular y conductual), más que solo buscando el cambio de comportamiento. Las instituciones rectoras de la salud también han asumido un mayor compromiso en la promoción de los enfoques multisectoriales y multidisciplinarios aunque no en todos los países se ha manifestado de esta forma ya que en algunos de ellos este tema sigue siendo liderado por instituciones ajenas a la sanidad. Si tomamos la seguridad vial y los accidentes de tráfico como un tema de salud pública con un enfoque sistémico podríamos alcanzar mejores resultados con respecto a la mortalidad y morbilidad. 

Para que esto suceda, es necesario que exista un comité nacional y multisectorial donde las entidades de salud asuman un rol más amplio en el liderazgo y coordinación de la respuesta multisectorial estableciendo un adecuado tratamiento de emergencias médicas, fortaleciendo capacidades institucionales, estableciendo mecanismos de información multisectorial y distribuyendo recursos humanos y financieros.

Conseguir el apoyo político para hacer realidad este enfoque es por tanto una responsabilidad de las instituciones de salud. De no ser así, los sistemas de salud seguirán asumiendo la carga de pérdidas de vidas humanas y la gestión de la discapacidad a largo plazo.  

                                                                                                   Edgar


No hay comentarios:

Publicar un comentario