lunes, 20 de febrero de 2012

Crisis económica y migración en Europa

Los médicos españoles trabajando en Portugal los fines de semana; los médicos alemanes volando a Inglaterra y los polacos desplazándose en Alemania; los Latinoamericanos que emigran a España; el intercambio de médicos entre las regiones escandinavas y Reino Unido. El tema de la migración de los trabajadores de la salud se ha convertido en un tema de políticas internacionales muy debatido en los últimos años en el mundo, y ha adquirido importancia adicional en Europa a medida que más países se han unido a la Unión Europea.
La migración de los profesionales sanitarios es un fenómeno relativamente reciente en Europa que se ha ido incrementando paralelamente al aumento de  la demanda de profesionales de la salud en las últimas décadas, generando cambios sociales y demográficos. La crisis financiera mundial y la recesión resultante en el año 2008 trajeron  una nueva desaceleración en el movimiento en términos globales. Según la OCDE (2011), esta tendencia parece poco probable que se mantenga debido al aumento de la población global, envejecimiento del personal sanitario, una disminución de la oferta de profesionales y las necesidades del mercado laboral, especialmente en las nuevas tecnologías y sectores de la salud.

En la Unión Europea la creación del Mercado Común en 1992 no sólo permitió la libre circulación de capitales y mercancías, sino también de personas y servicios, los llamados "cuatro libertades". Estos principios también se aplican específicamente al sector de la salud influyendo sobre la movilidad de los profesionales sanitarios que resulta facilitada gracias al marco legislativo que permite la libre circulación de los ciudadanos europeos. Estas libertades se han extendido ulteriormente a otros países con la inclusión entre otros de Estonia, Hungría, Lituania, Polonia, Rumania, Eslovenia y Eslovaquia como nuevos países miembros a partir del  2004.

Los resultados recopilados en el programa de investigación Prometheus, hablan de una migración asimétrica Este-Oeste en Europa y que algunos países más que otros dependen de profesionales de salud extranjeros para compensar sus deficiencias. Este acontecimiento ha planteado el problema de la descapitalización del personal cualificado en los países más pobres a favor de los más ricos. Cabe destacar que el impacto potencial de la migración de los profesionales sanitarios desde estos países y en su conjunto, en realidad ha sido menos notable de lo que se planteó en un primer momento.
En la mayoría de países de Europa, la proporción de médicos extranjeros ha ido aumentando en los últimos años. En 2008 (o último año disponible), el porcentaje de médicos formados en el extranjero oscilaba entre menos del 1% en Estonia y Eslovenia hasta el 36,8% en Reino Unido. Polonia, Hungría, Italia y Francia también presentan una dependencia relativamente baja (menos del 5%). Moderada dependencia se puede observar en Alemania y Finlandia (5,2% y 6,2% respectivamente). Bélgica, Portugal, España, Austria, Canadá, Noruega y Suecia tienen una alta dependencia (de 11,1 a 18,4%). Oscilan entre 22,5% y 36,8%, Suiza, Eslovenia, Irlanda y Reino Unido, los países europeos que dependen fuertemente de profesionales médicos extranjeros.


Health Professional Mobility and Health Systems 2011.Disponible en: http://cort.as/1chk.

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